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TornoDeAlfarero

Manual y Guía de Esmaltes Cerámicos, todo lo que tienes que saber

Esmaltes cerámicos

Si ya has hecho tu pieza de cerámica en un torno alfarero ha llegado el momento de esmaltar. Sí, ya elegiste la arcilla, la torneaste, la pintaste,… y ahora hay que esmaltarla. Aunque hayas leído por ahí de la complejidad de este proceso por sus compuestos, composición química y las «famosas» recetas o fórmulas de esmaltes cerámicos, no lo es tanto si se hace con orden y conocimiento. Y justo eso es lo que vamos a mostrarte aquí: las distintas opciones y tipos de esmaltes que puedes considerar para tus piezas. ¡Vamos! ya queda poco para acabar tu pieza.

Aquí también puedes encontrar una guía de esmaltes muy recomendada.

Lo primero: definición de esmalte para cerámica (y diferencias con una frita)

Aunque existen muchas definiciones y explicaciones sobre qué es el esmalte cerámico, en TornoDeAlfarero.com no queremos andarnos con tecnicismos ni con definiciones complejas. Por ello vamos a definirte un esmalte en tres pasos:

  1. Una mezcla de materias o compuestos que se funden y vitrifican a temperaturas superiores a los 630 ºC.
  2. Que dicha mezcla se enfría (bajando la temperatura del horno) justo antes de que llegue a fluidificarse, quedandose una masa viscosa, e interrumpiendo su proceso de cambio de estado.
  3. Gracias a la sílice incorporada o absorbida de la pieza a esmaltar forma «silicatos«, una estructura molecular así denominada que otorga las propiedades y funciones del esmalte.

Exprensandolo de otra manera, podemos decir que los elementos que forman parte de las fórmulas de los esmaltes cerámicos se llevan hasta una temperatura casi de fusión en la cual se mezclan adecuadamente entre ellos y con la pieza de barro a esmaltar. Pero antes de que dicha mezcla se convierta en un líquido, se baja la temperatura y es en ese momento cuando esta adquiere una estructura interna más robusta, adherida a la pieza y que le da todas esas propiedades estéticas que pretendemos.

Este proceso no debe confundirse con el de la frita (o fritta). La frita es una especie de esmalte (aunque técnicamente no lo es) que otorga a las piezas cerámicas unas características muy similares a los esmaltes. Si bien el esmalte es la mezcla de una serie de productos en crudo, el proceso de fritado es aquel en el que los materiales son llevados hasta su punto de fusión, más de 1500 ºC (en un crisol), y después se mezclan con agua para que se cristalicen formando un material vitreo el cual se tritura y da un compuesto menos peligroso y más manejable.

¿Sabes qué función tiene el esmalte?

El esmalte o también llamado barniz, cubierta o vidriado cumple varias funciones al ser aplicado sobre una pieza cerámica:

  • Impermeabilizar la pieza, por ejemplo ante el agua para usos culinarios.
  • Dotar a la pieza de barro de una capa protectora que aumente su resistencia ante el desgaste o golpes.
  • Y, por supuesto, dotar a la obra del alfarero de una mayor belleza estética.

¿Conoces la diferencia entre engobe y esmalte?

Existe frecuentemente mucha confusión entre ambos conceptos cuando engobe y esmaltes son totalmente diferentes. Si bien ya hemos explicado que es un esmalte, el engobe cerámico es una mezcla de arcillas que se utiliza para colorear una pasta base. A diferencia del esmalte, el resultado de su aplicación será siempre mate, nunca vitrificado y se aplica sobre la pieza aún cruda en una primera cocción (no confundir con esmaltes monococción). Por lo general, el engobe no suele usarse para finalizar una pieza, suele esmaltarse, si bien son frecuentemente usados cuando se realiza cerámica con niños.

Pueden encontrarse en el mercado como engobes en suspensión (en líquido) o en polvo.

Tipos de esmaltes cerámicos según su brillo o transparencia

Esmaltes transparentes

Son aquellos tipos de esmaltes donde este permite ver el soporte o pieza de arcilla sobre la que se aplica. Estos esmaltes pueden ser incoloros si son de composición borácica o alcalina, algo coloreados cuando son con plomo, o coloreados añadiéndole óxidos metálicos o colorantes.

Para lograr los distintos grados de transparencia juega un papel primordial tanto la temperatura como el ciclo o evolución de esta durante la cocción, tanto cuando se incrementa como cuando se enfría. Esta variable, junto la de los materiales que puedan intervenir en la mezcla definirán también el brillo resultante (por ejemplo, las que llevan plomo favorecen el brillo).

Así mismo, el color de la arcilla también puede contribuir o no al efecto de transparencia, especialmente cuando trabajamos con arcillas rojas o negras, en cuyo caso será más complicado lograrlo.

De igual manera, estos esmaltes transpartentes pueden colorearse mediante óxidos metálicos de manganeso, cromo, niquel, vanadio o cobalto (óxidos de naturales).

Esmaltes opacos brillantes o mates

Estos esmaltes incorporan elementos opacificantes como el óxido de estaño, óxido de zirconio, óxido de arsénico, etc que provocan que la luz se refleje desde la superficie, logrando el efecto contrario que los esmaltes transparentes.

Dichos óxidos, a medida que se incrementa la temperatura de cocción van desprendiendo partículas de difícil disolución que terminan por formar una película en suspensión que impide el traspaso de la luz.

Al igual que los transparentes, estos esmaltes pueden ser brillantes o mates, dependiendo dicho factor de la temperatura así como de otros materiales (plomo, óxido de zinc, etc).

Y de igual manera podemos cambiar su color mediante colorantes u óxidos metálicos naturales.

Por tanto, debido a su opacidad, es el esmalte adecuado para piezas de arcilla rojas o negras, pues el color de fondo de estas apenas tendrá impacto en el resultado visual de la pieza.

Esmaltes semis o intermedios

Según hemos visto las variables que intervienen en los puntos anteriores, con una correcta combinación pueden lograrse esmaltes con un grado intermedio en cuanto a su brillo, mateado, transparencia o opacificación. La combinación de esmaltes de distinto brillo y transparencia en distintas zonas de una misma pieza provocará resaltes, contrastes y efectos estéticos de enorme belleza.

Clasificación de los esmaltes cerámicos según la temperatura de cocción

Esmaltes cerámicos de alta temperatura (esmalte de gres o porcelana)

Denominados así a aquellos que se producen entre los 1200 y 1300 ºC y usados generalmente para gres o porcelana, materiales con los que mantiene una concordancia de temperaturas. Son susceptibles de obtenerse en gamas mates y brillantes, o de ser colorados gracias a óxidos metálicos o silicatados.

Esmalte cerámico de baja temperatura

Obtenidos a temperaturas entre los 950 y 1050 ºC gracias, entre otros factores, al uso de fundentes. Este esmalte puede obtenerse en transparente, mate, brillante, opaco,  lustrado, para cuerda seca, etc.

Clasificación según el sistema de cocción y efectos superficiales

Esmaltes cerámicos craquelados

Aprovechando los distintos coeficientes de dilatación de la mezcla del esmalte y de la propia pieza se consigue un efecto de cuarteado en la superficie. Con este esmalte se pretende conseguir la aparición de unas grietas superficiales que forman una especie de malla pero que no afecta a la integridad de la pieza esmaltada.

craquelado

Esmaltes con cristalizaciones

Como su propio nombre indica simula la aparición de cristales en la superficie de la pieza esmaltada, aportando una gran belleza. Esto es debido a la superposición de dos esmaltes dados en dos capas.

Esmaltes con cristalizaciones

Esmalte Raku

Suelen ser esmaltes en polvo ya listos para ser aplicados con la técnica cerámica Raku.

Esmaltes cerámicos con cenizas y feldespato

esmaltes ceramicos con ceniza

Aportan un color oscuro y algo de textura a la superficie. Se trata de una triple mezcla entre feldespato, cenizas (por ejemplo ceniza de eucalipto tamizada para eliminar restos no carbonizados) y arcilla (blanca o roja). Según la variación de proporciones entre estos 3 materiales se obtienen los distintos matices.

Salinos

esmalte ceramico salino

Los vapores de la sal común (cloruro sódico) añadida a al horno caliente actúan como fundente y reacciona (en concreto el sodio) con el sílice de la arcilla provocando piezas con una textura ligeramente rugosa (como una cáscara de naranja) y de acabado vítreo. Para ello la sal se añade sobre los 920 ºC a través de alguna obertura. No obstante es importante recordar que para aplicar esta técnica es necesario un horno especial debido a que la sal tiene un poderoso efecto corrosivo.

Aventurinas

esmalte ceramico aventurina

Es el esmalte que presenta cristalizaciones de hierro suspendidas en un vidriado transparente. Para ello suele usarse óxido de hierro calcinado y, en algunos casos, incluso limaduras de hierro. Su belleza se aprecia observando la pieza con luz, donde al moverla aparecerán cientos de destellos multicolores favorecidos también por otros óxidos colorantes como el cobre, cromo o cobalto. Este esmalte puede lograrse con cocciones tanto a baja como a alta temperatura

O según su composición

Esmaltes cerámicos alcalinos

Los esmaltes alcalinos son aquellos cuyo fundente principal es un alcalino, como el óxido de sodio (Na), de litio (Li) o de potasio (K) y alúmina. Se caracterizan por ser esmaltes de alta dureza, generalmente transparentes y suelen agrietarse superficialmente por lo que son ideales para craquelados y raku.

Esmaltes plúmbicos

Los esmaltes plúmbicos son aquellos que utilizan una base con plomo, silicatos de plomo generalmente. Son muy fusibles, de un potente brillo y fáciles de colorear con óxidos colorantes. Pero cuidado: debido a su base con plomo no son aptos para usar en elementos utilitarios y especialmente en artículos que vayan a usarse en contacto con alimentos.

Esmaltes borácicos

Cuando se sutituyen los alcalinos o plúmbicos por un fundente de boro (ácido bórico) se generan esmaltes borácicos. Con propiedades similares, a diferencia de los plúmbicos no son dañinos para las personas al ser usados en útiles.

Esmaltes Feldespáticos

Son aquellos cuya base son feldespatos (fundamentalmente sílice y carbonato cálcico) y son ideales para altas temperaturas, por encima de los 1200 ºC. Probablemente los esmaltes Shino son los más famosos de esta base.

Como hacer esmaltes para cerámica: composición, recetas y fórmulas para esmaltar

Aunque las posibles combinaciones dentro del mundo de las recetas de esmaltes son infinitas, aquí vamos a tratar de exponerte aquellas constitutivas de formar una base, es decir, aquellas sobre las cuales puedes ir realizando posibles combinaciones hasta dar con el esmalte que tú (y sólo tú) buscas para tus piezas.

Por ello es fundamental que pruebes. El mundo del esmaltado es complicado de simplificarlo en unas cuantas fórmulas de esmaltes cerámicos, de ahí que buena parte del artesano alfarero consista en probar y experimentar hasta dar con su propia fórmula. La experimentación es, sin lugar a dudas, un mantra sobre el que nunca se debe desistir.

EN CONSTRUCCIÓN

Si por el contrario prefieres acudir al mercado y comprarlo ya hecho debes saber que existe en dos formatos:

  • El esmalte en polvo se vende para que directamente lo mezcles con agua y apliques. El fabricante deberá indicarte la proporción de agua y polvo a mezclar, el cual suele estar entre un 60% polvo y 50% agua o un 50%/50%.
  • Los esmaltes en suspensión (líquido) son más fáciles de aplicar, más caros y admiten un rango de temperatura de funcionamiento bastante amplio. Además puede encontrarse con prácticamente todas las finalizaciones posibles: brillantes, mates, transparentes, etc.